Murales

En 1996 instala un mural (2.44 x 3.66 metros) en el restaurante bar “El Apego” en Tecamachalco, Estado de México…

MURAL CHINO.

Pintura acrílica sobre seis lienzos que en conjunto forman un mural de 2,.80 mts. de alto por 12 mts de largo, instalado en dos paredes haciendo esquina.

Son diversas imágenes típicas orientales de estilo realista, donde en conjunto, intento dar una atmósfera tradicional de esta parte del mundo.

En el lado izquierdo se encuentra un individuo de mediana edad, sentado, leyendo, imaginando este personaje; Un mundo fantasioso acompañado de mares y montañas. Es el 9 el número de la “buena suerte” en determinado grupo social oriental, por esto, son nueve los peces que intentan salir de las aguas y pasar por el “Tori” figura arquitectónica típica, y que si lo logran pasar, se convierten en enormes dragones. A esta leyenda oriental le acompaña el volcn Fuji Yama. Siguiendo hacia la derecha, un pescador que se encuentra trabajando su labor en la cola de un “arrecife dragonado”, siguiendo su caña; el mundo real y la fantasía se unen, su anzuelo se convierte en el utensilio cotidiano del oriental para comer, los que les llamamos “palitos”, pero lamentablemente se atoró en el fondo de los mares. Como eje central del mural está el “Tibet”, montañas místicas de enorme importancia para el oriental. Seguido, hay un grupo de personajes todos ellos involucrados en el intento social de establecer “un nivel”. como metáfora, El que monta el caballo es el que en ese momento controla las riendas, del cabalo y de la vida. A continuación un gran árbol con esferas de energía propia, quiero yo interpretar “el mal” como algo pasajero y “el bien” que es eterno, así lo escribí en el tronco de éste árbol . Lo relaciono como un eclipse: “el bien” existe (el profundo brillo que destella.) “El mal” (la esfera negra) sólo lo cubrirá por un momento y esto sólo es desde un ángulo visual.

la frase que aprendí desde entonces.

EL MAL ES PASAJERO, EL BIEN ES PARA SIEMPRE.